Capítulo XXII. De los juramentos y votos lícitos
Capítulo XXII. De los juramentos y votos lícitos
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III. Cualquiera que hace un juramento, debe considerar debidamente la importancia de tan solemne acto, y por lo tanto, no deberá afirmar nada más que aquello de lo cual está plenamente persuadido ser la verdad. Tampoco, debe persona alguna, obligarse mediante juramento a cosa alguna, sino solamente a lo que es bueno y justo, y a lo que cree que lo es, y a lo que es capaz y está decidido a cumplir. Además, es pecado rehusar un juramento tocante a algo bueno y justo cuando es requerido por una autoridad legítima.
El nuevo énfasis en la libertad de conciencia individual explica la omisión de la frase en negrita.
Una vez más la clave está en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos
y sus garantías de que nadie puede ser obligado a profesar creencias ni hacer declaraciones contrarias a su fe o su conciencia.
Ese párrafo podría entenderse como una contradicción a estos principios.